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¿Qué pasa con estos productos?

¿Son más saludables?

Últimamente, comprar productos bio o eco está de moda.

Tanto que en muchos supermercados ya tienen una sección dedicada a este tipo de productos y que cada vez su variedad es más amplia.

Pero ¿Son beneficiosos para nuestra salud? ¿Qué hay de cierto en ello?

Si un producto alimentario o alimento lleva la etiqueta “biológico, ecológico o orgánico” (todos sinónimos), lo que significa es que este producto se ha producido favoreciendo el uso de recursos naturales, sin utilizar transgénicos, solo utilizando herbicidas, pesticidas, abonos… cuando su uso sea estrictamente necesario y todo regulado bajo una normativa.

Cómo saber si los productos que consumes son ecológicos | Ingredientes que  Suman

Vale, pero vamos a ver… ¿eso implica que sean más saludables? ¡Pues no!

La evidencia científica nos dice que no existe evidencia de que este tipo de productos sean beneficiosos para nuestra salud o sean mejores que los convencionales, además de que las cantidades de vitaminas y minerales son las mismas en ambos casos.

Además… hay algo que tenemos que tener muy claro. Los productos ultraprocesados también pueden ser ecológicos. Solo es necesario que se hayan producido siguiendo la legislación de éste tipo de producción y que el 95% de sus ingredientes sea de origen ecológico. Por lo que…aunque la mona se vista de seda… ya sabéis.

Por eso mi recomendación es que leáis las etiquetas y que no os engañen.

Porqué muchas veces los productos insanos o ultraprocesados se disfrazan de biológicos y ecológicos, y solo por eso ya podemos pensar que unas galletas eco serán más buenas que otras convencionales, y no tiene por qué.

También quiero destacar algo que me parece muy importante…

Los alimentos o productos eco, pueden estar producidos así, lo cual puede ayudar al planeta, sí…pero si consumimos productos o alimentos eco de la otra punta de mundo y cuando no es temporada, tampoco estamos favoreciendo en nada, ya que su importación también tiene un coste para el planeta. Así que también es importante, que consumamos más alimentos frescos y de temporada, y nos fijemos menos en si es eco o no. Porqué un plátano eco importado del Caribe no tiene mucho sentido…

Desde el confinamiento, se han puesto de moda mil desayunos saludables, así como también postres fit o recetas saludables…Y la pregunta es… ¿por ser saludable puedo comerlo siempre que quiera?¿la cantidad que quiera?

La respuesta es depende. Como en la mayoría de cosas en nutrición… Dependerá del objetivo de cada persona y de sus características.

Pero, ¿Qué ha pasado con los desayunos saludables? El problema son las cantidades, pero también los alimentos.

Una tostada con huevos revueltos, aguacate y queso fresco es muy saludable, sí, pero si las cantidades son elevadas, y la densidad calórica también. Por lo que podemos estar comiendo más calorías de las que nuestro cuerpo necesita, y ahí es cuando puede ser “peligroso”, ya que puede contribuir al aumento de peso.

Lo mismo pasa con los mugcakes, tortitas, bowls con mil frutas, cereales, cremas de frutos secos…

Eso no significa que no puedas hacerte estos desayunos, sino que tenemos que tener en cuenta las cantidades de estos desayunos en función de tus necesidades fisiológicas, tu gasto energético y tus objetivos.

Las opciones de desayunos son infinitas, lo que te recomendamos es que incluyan una fuente de proteína de buena calidad ya que nos ayudará a mantener la saciedad durante la mañana.

Aquí os dejamos algunas ideas de desayunos completos:

  • Queso fresco batido, kéfir o yogur con fruta y frutos secos o cereales integrales
  • Huevos revueltos + tostada de pan integral con rodajas de tomate
  • Tostada de pan wasa con queso fresco y manzana
  • Pan integral con huevo poché + pieza de fruta
  • Tostada con aguacate y huevo
  • Leche con cereales integrales + pieza de fruta
  • Porridge de avena con plátano o naranja
  • Pudding de chía con fruta
  • Tostada con queso fresco y anchoas
  • Fruta + frutos secos
  • Tostada de queso crema con salmón ahumado

Recordad que las cantidades dependerán de tus objetivos, de tu composición corporal, sensaciones de hambre por la mañana, tipo de trabajo….

Si necesitas ayuda puedes acudir a un profesional titulado que te ayude y te enseñe cuales son las raciones adecuadas para ti.

No hay más que ver como se va haciendo cada vez más grande el pasillo del supermercado donde encontramos este tipo de bebidas vegetales. Está claro que cada vez compramos y bebemos más bebida vegetal. 

Pero, ¿sabemos qué son las bebidas vegetales? 

Este aumento en el consumo de bebidas vegetales puede deberse a varios motivos, algunos justificados, otros no tanto. Un motivo muy habitual es por la concienciación de un consumo más vegetal y menos animal. Éste muy bien. Otro motivo parecido es por la concepción de que la leche es perjudicial para la salud. Éste no tan bien.

Primero de todo, a pesar de los miles de intentos de poner a la leche como la mala de la película (sin entender bien el motivo, quizás también esta Bill Gates, Soros y el 5G detrás, quien sabe); no hay motivos científicos y evidentes para pensar así. A no ser que tengas una patología en la que el consumo de leche puede ser perjudicial, como la alergia a la proteína de vaca. Además nutricionalmente no se puede comparar ya que no es lo mismo, es como comparar una silla con una alfombra.

Cierto es, que somos mucho de tradiciones, y aquí toda la vida se ha desayunado con un vaso de leche (con colacao, no vayamos a obviarlo) y si eliminamos la leche parece que nos falta el vaso con el líquido blanco. 

Una bebida vegetal es una bebida hecha con agua y con un vegetal (entre un 2 y un 17%). En función del vegetal las cualidades nutritivas cambian:

  • Base vegetal de legumbres: La soja es la más típica. Tienen un contenido más rico en proteínas. 
  • Base vegetal de cereales o pseudocereales, como la avena o arroz. Son más ricas en azúcares (naturalmente presentes, en teoría).
  • Base vegetal de frutos secos o semillas: almendra, sésamo, nueces, avellanas…Son más ricas en grasas.
  • También las hay que mezclan ingredientes de distinta naturaleza.

Entonces, ¿cuál hay que elegir?

  • Fíjese en la cantidad de materia prima que lleva. Cuando compra una bebida vegetal con un 2 o 5% quiere decir que realmente está bebiendo agua prácticamente. A precio de oro, eso sí. ¿Cómo lo puedo saber? En los ingredientes pondrá agua y el vegetal en cuestión con un porcentaje, esa es la cantidad de vegetal que lleva esa bebida. 
  • Sin azúcares añadidos. Muchas de las bebidas suelen llevar azúcares de más. Para saberlo también nos tenemos que ir a los ingredientes. Si lleva azúcares lo pondrá.
  • Sin sabores, ni edulcorantes. 

La bebida vegetal es una opción más dentro de la alimentación. Pero hay que tener en cuenta una cosa, que es una bebida. Como pasa con los zumos, los nutrientes no se encuentran en una matriz si no que están dispersos en agua. Al cuerpo no le cuesta nada digerirlo. Por eso mismo hay que tener cuidado con los azúcares, aunque sean naturalmente presentes. Y también con las calorías, ya que los líquidos sacian bastante menos que los alimentos sólidos. 

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Cuando era pequeña mis padres siempre me tenían el vaso de leche preparado cuando me levantaba. A veces ese vaso de leche también lo encontraba en las comidas y en las cenas. Según ellos, había que tomar mucha leche para tener los huesos fuertes y crecer mucho.

Curiosamente, en mi clase había una niña pequeña y muy delgadita que no bebía leche porque no le gustaba. Todo tenía sentido para mí, ella estaba así porque no bebía leche y yo estaba creciendo “un montón” porque no paraba de beberla.

Al principio tomaba leche entera, pero como tenía más grasa y yo estaba creciendo “demasiado”, mis padres decidieron pasarme a la desnatada. Decisión no muy acertada, porque entonces pasé a tomar leche desnatada pero con dos cucharadas más de “cola-cao”

Hoy en día está muy de moda el tema de los lácteos. Ahora la gente se lo piensa más a la hora de consumir lácteos. Y es que en la sociedad se encuentran dos posiciones opuestas. Los que la toman habitualmente porque tienen antecedentes en la familia de osteoporosis (aumento de la fragilidad ósea), porque han alcanzado una edad en la que en su corrillo de amigas todas la toman para tener los huesos fuertes o porque “son muy buenos y hay que tomar muchos lácteos al día y punto”

Y por otro lado, los que no lo toman porque son vegetarianos, porque tienen intolerancia a la lactosa o porque han oído que es mala, ahora esta de moda no tomar lácteos y “yo que estoy a la moda siempre con estos temas, así que voy a hacer lo mismo”

En este artículo  me voy a centrar en el tema de los lácteos y la salud ósea ya que hoy en día uno de los temas que más preocupa a las personas de mediana – tercera edad.

Lo primero de todo aclarar que cuando hablo de lácteos me refiero a leche, yogures naturales y algunos tipos de quesos. Siempre te encuentras a personas en la consulta que dice que toma muchos lácteos al día y éstos son helados como postre y dos batidos de chocolates… ¡Pues no! ¡Los batidos, helados y los postres dulces no se consideran lácteos!

Una de las principales razones por la que se recomienda tomar lácteos es por el mantenimiento del buen estado de los huesos gracias a su aporte de calcio. Sobre todo,  muchas mujeres con una edad en la que ya no pueden ser mamás se dedican a tomar muchos lácteos para ser mujeres maduritas pero con unos huesos jovencísimos… Pues bien, ¡mujeres maduritas de todo el mundo tengo un notición que daros! ¡¡¡Existen otros alimentos cuyo aporte de calcio es mayor!!!

Es muy importante saber diferenciar entre el contenido de calcio de un alimento y la cantidad que se absorbe. El brócoli, la coliflor, berza, col rizada… todos tienen más cantidad de calcio absorbible que la leche por ejemplo. Hay otros alimentos, como las espinacas que a pesar de tener calcio, también tienen otro compuesto (el oxalato) que impide que este calcio se absorba.

Además para mantener unos huesos fuertes hay que tener en cuenta otros aspectos que son incluso más importantes que el calcio como son:

  • Vitamina D (la que proviene del sol)
  • Vitamina K  (hortalizas de hoja verde como lechuga, acelgas…, verduras como brócoli, repollo, coliflor…)
  • Magnesio (verduras de hoja verde como las espinacas, aguacate, frutos secos como nuevces, almendras…)
  • Proteínas 
  • Actividad física. Y por actividad física me refiero a caminar aunque sea 30 minutos al día (creo que no pido mucho…)
  • Evitar sal refinada y azúcar (ambas estimulan la eliminación de calcio)

El tema de los lácteos es muy amplio y en próximos artículos seguiré escribiendo sobre éstos, pero con este artículo mi objetivo era que quedase claro un concepto y es que…

“Para unos huesos fuertes hay vida más allá de los lácteos”

Bibliografía:

 

¿Qué engorda más?… Es la pregunta estrella en las consultas de D-N que, además, traspasa fronteras y se cuela en todas las conversaciones con amigos y conocidos cuando el D-N esta presente.

¿Qué engorda más?… Pues mi respuesta es: Siempre engorda más la misma… tu! Los alimentos no engordan, la que engorda es la persona.

¿Engorda? Palabra fea y negativa donde las haya. Podemos sustituir la palabra engordar por aportar energía, mucho más positivo: «tal alimento te aporta más energía que el otro». Al fin y al cabo es cuestión de energía, las kilocalorías de los alimentos son las que nos confieren la energía para alcanzar todas nuestras metas a lo largo del día!

Aclarados estos términos, comencemos con el asunto que nos interesa hoy: La historia del plátano y la manzana

Cuando alguien decide hacer dieta, lo primero que elimina de su alimentación es el plátano y se va al mercado a comprarse 18 kilos de manzanas. Sí, es muy típico que cuando alguien esta restringiendo su alimentación el plátano ni lo mira, ni hablar del peluquín! Ahora, por un trocito de tarta no pasa nada….Incluso algunos añaden: Además la tarta es de manzana!!! Es asombrosa la capacidad de las personas en odiar y poner en un pedestal ciertas cuestiones.

Hoy hemos decidido darle una segunda oportunidad al plátano y que nos cuente cuanta es esa energía de más que nos da que hace que sea el repudiado de turno.

Con 1 manzana, 1 plátano, una báscula y el libro de composición de los alimentos bajo el brazo procedemos a la investigación. Primero de todo consultamos en la tabla la kilocalorías que aportan cada una de las frutas. La manzana aporta 40,57 kcal/100 gramos y el plátano 85,23 kcal/100 gramos.

Pesamos las frutas:

La manzana pesa: 283 gramos y el plátano pesa 169 gramos.

Realmente la fracción comestible es la que aporta dichas kilocalorías por lo que falta pelar la fruta y dejarla tal cual se vaya a comer.

Finalmente, el peso de la manzana es de 219 gramos  y el peso del plátano es 96 gramos. Es el momento de calcular cuantas kilocalorías nos aportan realmente estas dos frutas.

El resultado es que la manzana nos aporta 89 kilocalorías y el plátano 82 kilocalorías. 

¿Qué podemos sacar de todo esto? Que el plátano puede ser igual de válido como opción de fruta que la manzana. Nos podríamos meter en términos de índice glucémico pero lo abordaremos en otra ocasión.

Espero que os haya gustado este post, si queréis que pongamos a prueba otros dos alimentos, no dudéis en escribirnos!

Por cierto, feliz año nuevo!

Si te ha gustado esta entrada, quizás te interese esta o esta otra. 

Sacarina y edulcorante

La semana pasada saltó la alarma. Ríos de tinta se vertieron sobre la temida sacarina, ese gran enemigo de la humanidad, ahora acusado de favorecer la diabetes. Ha sido tal el revuelo que desde Nutriestudio queremos poner un poco de calma en el asunto.

El artículo  dice lo siguiente: “ La sacarina y otros edulcorantes artificiales modifican la flora intestinal de un modo que facilita el aumento de peso, dificulta el control del nivel de azúcar en la sangre y aumenta el riesgo de diabetes tipo 2”. No habla de parece tener influencia, ni de la posibilidad, ni que podría, no, lo afirma contundentemente: La sacarina favorece la diabetes (literalmente en el título). Francamente un título impactante que hará que algunos se interesen por el artículo, pero que otros se queden con eso, que la sacarina favorece la diabetes sin animo de contrastarlo con otras informaciones.

La noticia, cuanto menos sorprendente, surge de un artículo publicado en la revista Nature (de muy alto prestigio, todo hay que decirlo) por un grupo de investigación del Instituto Weizmann de Rehovot (Israel). Los investigadores se preguntaron sobre la influencia que podrían tener los edulcorantes en la flora intestinal, ya que los alimentos influyen en esta y esta en la salud de la personas.

Para saber más sobre el tema, buscamos el artículo original, pero del cual solo pudimos acceder al resumen ya que la descarga del artículo original cuesta 30$. Estos precios no favorecen para nada que la gente pueda aprender o contrastar la información con la fuente 1º y al final, te tienes que fiar de lo que te cuentan fuentes 3º, como en este caso. Cuando pasan estas cosas hay que aplicar el sentido común para  saber hasta que punto hay que hacer caso o no una noticia. 

De los experimentos que se realizaron en ratones, solo diré eso, que eran ratones y que por mucho que los resultados salieran significativos no se pueden extrapolar a personas.

Centrémonos en los que se hicieron en personas. Por un lado realizaron una encuesta nutricional a 380 personas. La conclusión a la que llegaron fue que cuanta más sacarina se tomaba, mayor era el peso de las personas y el nivel de azúcar en sangre. ¿Causalidad o casualidad?,¿No podría ser igual de válido, que las personas con más peso toman sacarina para intentar perderlo? O una incluso más lógica, ¿ No puede ser que tengan más azúcar en sangre las personas que más peso tienen? En este caso, el tema de la sacarina sería más bien casualidad. Por lo que a mi respecta la conclusión de la encuesta no representa causa-efecto, siendo la causa la sacarina.

Por otro lado, se realizó un estudio con siete personas sanas que no eran consumidores habituales de edulcorantes artificiales. Lo primero a comentar es la muestra para el estudio, es una muestra tan pequeña que no puede ser ni de lejos representativa de la población. Estas siete personas estuvieron tomando 360 miligramos diarios de sacarina durante una semana.

Para que os hagáis una idea, he hecho fotos de cuanto es 360 miligramos de sacarina.

Una pastilla de sacarina18 pastillas de sacarina

 

 

 

 

 

 

 

 

Para consumir 360 miligramos de sacarina tendrías que consumir alrededor de 20 pastillas de sacarina al día. Cabe destacar que la sacarina puede llegar a ser de 200 a 700 veces más dulce que el azúcar por lo que, por mucho que la Agencia de Alimentos y Fármacos de EE.UU  (ADA) considere una dosis aceptable es una dosis muy exagerada que dista mucho de la realidad. Aunque los resultados hayan sido favorables para el estudio (en 4 personas la flora bacteriana se vio alterada y en 3 personas no hubo ningún efecto) no es representativa de la población en general, una por la poca muestra del estudio (7 personas) y otra porque no se puede considerar una dosis muy realista 360 mg de sacarina. No se si alguno de vosotros ha experimentado que pasa cuando una persona se excede consumiendo alimentos edulcorados. Normalmente se aumenta la frecuencia de visitas al baño y no de manera agradable, por lo que me imagino que estas siete personas se debieron pasar una semana movidita.

Cómo pequeño inciso, como por casualidad, en el artículo aparece nombrada la Stevia y aprovechan para comentar  que es un edulcorante de origen natural mientras que los tres edulcorantes del estudio son artificiales. (Si quieres más información sobre este tema pincha aquí). Que casualidad oye.

Dicho todo esto, me gustaría recalcar el hecho de aplicar el sentido común con este tipo de noticias porque el modo de explicar la historia de una manera tan sensacionalista tiende a confundir y a distanciarse de la realidad. Lo único que esta claro en esta historia es que no hay una base estable para cambiar las recomendaciones dietéticas en cuanto a los edulcorantes. Espero que os hayamos podido aclarar un poco vuestras dudas acerca de este tema.

Si encontráis alguna noticia de este tipo que queráis contrastar o si os gustaría que habláramos de algún tema de moda contacta con Nutriestudio, estaremos encantados de escribir sobre el tema en cuestión.

Siguiendo con la línea de este post, hoy ponemos a examen los productos light. Es otro de los productos top ten que se encuentran en los carritos de la compra de los valientes que han decidido hacer dieta. Nos encontramos ante la misma situación que nos encontrábamos con los productos dietéticos, ¿libertad absoluta para tomar la cantidad que queramos de los productos light? . En el post de comparamos un producto light con su homólogo normal. Ya veremos que pasa…

Carli mostrando los productos a examen

En la foto, los productos en cuestión. Un corte de queso tierno con su composición habitual y un corte de queso tierno tipo light. 

Realizamos el análisis de 100 gramos de cada uno.

Análisis nutricional queso100 gramos de queso tierno contiene de energía 385 kilocalorías y 34,5 gramos de grasa ( la mantequilla simula la grasa equivalente del producto).

 

 

 

Análisis queso tierno tipo light

100 gramos de queso tierno tipo light contiene 308,7 kilocalorías y 20,3 gramos de grasas.

Según el Reglamento 1294/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables (que puedes consultar aquí), un producto light se define como: «aquel alimento al que se ha reducido de uno o más nutrientes como mínimo en un 30% en comparación con su producto de referencia».

 

Como podemos observar el queso tierno tipo light cumple con el reglamento porque tiene alrededor de un 35% menos de grasa que el queso tierno normal. El caso es que al compararlo por 100 gramos la diferencia entre uno y el otro en cuanto a grasa puede ser considerable, pero la ración de queso recomendable no son 100 gramos, son de 30 gramos.

Comparación de ambos quesosAl comparar ambos quesos en una ración de 30 gramos vemos que las diferencias ya no son tan grandes.

La conclusión que sacamos es que como pasaba en los productos dietéticos hay que conocer bien que quiere decir light y no hacer abuso de estos productos ya que sólo tienen un 30 % menos del nutriente en cuestión que el producto original.  También podemos ver que para raciones pequeñas la diferencia entre uno y otro es bastante despreciable por lo que hay que valorar si vale la pena comprar el tipo light, que suele ser más caro y tener un sabor diferente, en vez de el normal.

Espero que este post os haya servido de ayuda! Si queréis que analicemos otro tipo de productos no dudéis en escribirnos.

 

Esta mañana te has levantado de la cama, te has mirado en el espejo y se te han puesto los pelos de punta de lo que has visto. Piensas: «Esto se me ha ido de las manos, me pongo a dieta pero ya». Decides bajar al supermercado convencida de llenar la nevera de verde y la despensa de cosas super sanísimas. Paseando por el pasillo del supermercado, das con la esquina de los productos Dietéticos. Bueno, bueno, bueno.. Ya estas salvada. Productos diet, sin azúcar, sin grasas con los que podrás calmar tus ansiedades cuando la dieta se te haga cuesta arriba.

Cajas de galletas sometidas a la comparación¿Es esto realmente así? ¿Puedes comer estas galletas con total libertad porque son productos dietéticos? ¿Tienen menos calorías que unas galletas normales?

Averigüémoslo…

Para ello, nos hemos ido a la tienda de alimentación de la esquina a comprar unas galletas tipo “Maria” normales y unas tipo «Maria» sin azúcares.

La idea es comparar las cantidades de energía, grasas y azúcar que tenían las galletas.

Pesamos 100 gramos de galletas normales y 100 gramos de las dietéticas. La primera comparación sale bastante parecida. El resultado es: 100 gramos de las normales son 16 galletas y 100 gramos de las dietéticas resultaron 15,5 galletas.

El resultado del análisis de las galletas «María» normales es el siguiente:

Analisis nutricional galletas normalesRealmente si no tenemos la comparación con las otras no podemos sacar muchas conclusiones. Así que el análisis nutricional de las Galletas sin azúcar es la siguiente:

Análisis nutricional galletas sin azúcarDe esta manera sí que podemos observar las diferencias entre una y la otra.

  • Lo primero que nos llama la atención es, efectivamente, el azúcar. La cantidad de azúcar es muy diferente, 25,6 gramos de azúcar por 100 gramos de las normales frente a 1,3 gramos de azúcar por 100 gramos de las dietéticas. 
  • En cambio, la grasa de 100 gramos de las galletas normales es de 10,4 gramos mientras que la grasa de 100 gramos de galletas sin azúcar es de 16,1 gramos. Por lo que la cantidad de grasa es superior en las dietéticas.
  • Finalmente, comparando las calorías observamos que en el cómputo final, las galletas normales tienen menos kcal con las galletas dietéticas.

Comparación nutricional

Después de observar estas fotos y las comparaciones, ¿que conclusiones sacáis? Las mias son las siguientes:

  • El término producto dietético no quiere decir que sea más bajo en calorías. El término producto dietético según la AEDN en este  documento (donde habla también de marcos legales) se refiere a «aquellos productos que, por su composición o por el particular proceso de su fabricación :
    •  Se distinguen claramente de los productos alimenticios de consumo corriente
    • Son apropiados para el objetivo nutritivo señalado
    • Se comercializan indicando que responden a este objetivo «

En el embalaje de estas galletas pone claramente Sin azúcares añadidos, y efectivamente, no lleva azúcares añadidos, no pone nada que sea más bajo en kilocalorías ni que sea el producto ideal para hacer dieta.

  • Puede escandalizarte un poco las imágenes de las bolsitas de azúcar. El tema del azúcar merece un post aparte pero vamos a resumir lo esencial. La recomendación de la OMS (que podéis ver aquí) es que el azúcar no puede superar el 10% de la ingesta calórica diaria total. Para un adulto sano con un índice de masa corporal total, esto se traduce a menos de 50 gramos de azúcar al día.

Observamos que las 16 galletas normales llevan 25 gramos, la mitad, pero es que tampoco es normal comerse 16 galletas al día. Lo ideal es comer entre 6-8 galletas al desayuno por lo que la cantidad de azúcar no es tanta. Además en una sola coca-cola hay 35 gramos de azúcar, por lo que es bastante más escalofriante la cantidad que lleva una coca cola que no la cantidad que llevan 6-8 galletas.

  • Si comparamos por 6-8 galletas, las diferencias entre una y otra no son muy grandes. Por lo que las dos pueden ser válidas, siempre que se tomen una cantidad moderada.

Como conclusión, y contestando a las preguntas que nos hacíamos al principio… NO! Que sean galletas dietéticas no significa que sean lo ideal para calmar nuestras ansiedades y tengamos total libertad en la cantidad. Cuando tengas ansiedad por la comida mejor bebe un vaso de agua y cuenta hasta 10 o sal a correr. Mucho más eficaz.

Y por último no, no tienen menos calorías que unas galletas normales, pero tampoco mucho más, comparándo una ración de 6-8 galletas la diferencia no es significativa.

¿ Que opináis? Espero que os haya gustado este post. Si os gustaría que escribieramos sobre algún tema en concreto o sobre alguna duda que siempre hayais tenido en cuanto a la alimentación, escribenos un comentario y lo haremos encantados.

Si te ha gustado este post, seguro que te gusta este.

Imagen sacada de google

Imagen sacada de google

¿Te hace una birrita? Y a quien no. Más ahora, que viene el calor, después de una jornada dura de trabajo, una cervecita bien fresquita te sabe a gloria.

Hoy en día la cerveza esta en boca de todos, esta de moda y resulta que ha pasado de ser la principal enemiga de la barriga (la famosa frase de la barriga cervecera) a ser un sustitutivo del agua después de hacer ejercicio físico. Pues perdonadme pero yo me he perdido algo por el camino. Porque ni es tan amiga ni es tan enemiga.

No nos debemos olvidar de que la cerveza es una bebida alcohólica que se realiza a base de cereales (normalmente la cebada) que se fermenta con agua y levadura.

CERVEZA Y EJERCICIO FISICO

Últimamente, se esta oyendo mucho que el consumo de cerveza es bueno para la hidratación después de una carrera. Incluso se ha creado un grupo que quedan para realizar carreras y luego se toman las cervezas de rigor.

No me voy a extender mucho sobre la hidratación durante el ejercicio físico, eso se merece un post aparte, simplemente unas pinceladas.

Antes y durante el ejercicio físico (una carrera en este caso) una correcta hidratación es esencial para mantener una buena temperatura corporal, evitar los signos de hiponatremia y la disminución del rendimiento físico. Me imagino que a nadie se la va a ocurrir ir con un botellín de cerveza en medio de la carrera.

La controversia viene después, al final de la carrera. Una vez acabada la carrera, el objetivo principal de la hidratación es reponer toda el agua y los electrolitos perdidos durante el ejercicio físico. Se recomienda una bebida rica en electrolitos y carbohidratos, incluso el agua se queda limitada.

Por 100 ml

Energía Carbohidratos (g) Na (mg) Ca (mg) K (mg)
Bebida Deportiva 388,7 kcal 96,7 812,5 20 57
Cerveza con alcohol 43 kcal 4 4 4 27
Cerveza sin alcohol 37 kcal 8 13 7 8

Por mucho que la cerveza tenga agua, algo de electrolitos y algo de carbohidratos no la convierte en la bebida perfecta para una hidratación después del ejercicio. Y menos la cerveza con alcohol. Como podéis observar, las diferencias son bastantes altas por mucho que te vendan la cerveza como una bebida adecuada.

Después del esfuerzo que ha realizado el cuerpo con la carrera, lo mínimo que le puedes ofrecer es una bebida de calidad para que se pueda reponer de forma óptima. Después de eso, si quieres, date el capricho de tomarte la cerveza.

CERVEZA, OBESIDAD Y SALUD CARDIOVASCULAR

Siempre se ha pensado que a parte de por las calorías que aporta, la cerveza tenía un efecto directo sobre la obesidad, y más específicamente sobre la circunferencia de la cintura. Realmente no hay datos que confirmen que esto sea así.

La relación entre cerveza y obesidad se encuentra cuando se consume más del moderado (200 ml al día). Es una cuestión de ir sumando calorías. Por otro lado, la cultura de la cerveza no lleva a una cerveza sola, si no que suele ir acompañado de snacks varios y normalmente poco saludables, como patatas bravas, patatas de bolsa, kikos y demás. Por lo que tomarse una cerveza, no es pase directo a una obesidad después, pero tomarse bastante más de una cerveza acompañada con su correspondientes tapas muy asiduamente sí que lo es.

En cuanto a la salud cardiovascular se ha hablado mucho sobre el efecto protector que tiene sobre el miocardio (el músculo del corazón). Cada vez salen más estudios que avalan este hecho como el de la Dra. Badimon (referencias bibliografía) donde además del efecto protector en el miocardio en personas sanas se observó una mejora en personas que habían sufrido algún evento cardiovascular. Siempre teniendo en cuenta que se recomienda un consumo moderado, porque como bien dice su hermano, el Doctor Badimon, si consumes demasiado alcohol tendrás unas venas muy limpias pero el hígado hecho polvo.

Como conclusión diremos que la cerveza es una bebida alcohólica de la que se puede disfrutar de forma opcional moderada y esporádicamente. Aunque para ciertas funciones puede tener un efecto beneficioso no deja de ser una bebida con alcohol y desde luego, no es la elección adecuada después de hacer ejercicio.

Bibliografía:

  • Badimon, L. Efectos protectores de la cerveza en el sistema cardiovascular
  • Gargallo Fernández, M.A. Consumo moderado de cerveza y su relación con la obesidad.
  • Peñas Ruiz, C. Hidratación y ejercicio. Consumo moderado de cervza tras la práctica del ejercicio. 

Info nutricional cupcakes

Ya han llegado (bueno, hace un par de años) y lo han hecho para quedarse. Mi primer contacto con ellos fue cuando me fui unos meses a trabajar a una farmacia del maravilloso pueblecito de Brixham, al sur de Inglaterra.

Auténticas obras de arte que inundaban la farmacia día sí, día también. A veces pensaba, “¿no me habré equivocado y estaré trabajando en una pastelería?”. Sí, hablo (más bien escribo) de los cupcakes. La fiebre era tal que me animé a probar a hacerlos. El experimento, de cupcake tenía poco, era una magdalena de toda la vida con chips de chocolate, pero oye, algo es algo. Pero no sólo cupcakes, también cookies, scones, english muffins, chelsea scone y un sin fin de nombres más que alargan la lista a límites insospechados. Lo que también llegó a límites insospechados fue mi culo y mi barriga cuando llegaron a España. Sí, Inglaterra me sentó fatal, y parte de la culpa la tienen estos maravillosos dulces.

Actualmente, esta pasión por esta repostería tan elaborada se ha instalado y acomodado en nuestra cultura. Paseando por la ciudad te encuentras con tres tiendas de cupcakes y un par de talleres en la misma manzana. Enciendes la tele y todo son programas de postres y repostería. Se me hace la boca agua cada vez que los miro y cada vez me cuesta más resistir la tentación. Entonces me pregunto, si a mi me cuesta, ¿a todos los demás también? Pero, ¿todos los demás resisten o se dejan llevar por la tentación? Pues seguro que muchos se dejaran llevar. ¿No es un poco preocupante? El consumo de dulces y repostería esta bien de forma ocasional, y a mi parecer esta moda por la repostería esta fomentando un consumo muy alto de este tipo de productos. Hoy me he decidido, me he apuntado una receta que he visto y la he calibrado. (Para no alargar mucho el post, no voy a poner los ingredientes del cupcake, si a alguien le gustaría saberlos, nos puede escribir al blog en el apartado de contacto y se la pasamos vía e-mail.)

Según la receta salen doce cupcakes, por lo he calculado las kcal y dividido por 12.

El resultado es el siguiente:

Info nutricional del cupcake Diapositiva1

¿Qué os sugieren los resultados? Os recomiendo echarle un vistazo a este post que os puede servir de ayuda.

A mi me sugiere lo siguiente:

  1. Teniendo en cuenta las cantidades diarias recomendadas (CDR) en una dieta de 2000 kilocalorías, este cupcake supone: el 19% de la Energía total del día; el 30% de los lípidos, el 20% de los hidratos de carbono diarios. Igual esta información así descrita no te dice nada pero si te digo que, durante los cinco minutos que dura el placer de comerte un cupcake, estas consumiendo la tercera parte de grasas que deberías comer en un día, ¿te dice algo más?, poco margen te queda durante todo el día, no?
  2. Con dos cupcakes estarías consumiendo las kilocalorías de la comida, incluso te pasarías un poco.
  3. Dado la poca cantidad de proteína y la gran cantidad de azúcar que tiene , en el momento te sentirás saciado pero al cabo de un rato volverás a tener hambre.
  4. Un cupcake tiene las mismas kilocalorías que:
  • 1 Manzana + 1 Yogur entero natural + 50 gramos de cereales integrales + 15 gramos de azúcar
  • Un bocadillo de 70 gramos  (unos 7 dedos aproximadamente) + 60 gramos de jamón serrano sin grasa (2 lonchas grandes) + 20 gramos de tomate triturado + una cucharada de aceite de oliva.

Qué me decís de las opciones? Bastante más cantidad, bastante más sano y te quedas bastante más saciado.

5. Si tomas dos cupcakes a la semana de forma continuada se convierten en 2600 kcal que comes de más cada mes.  Sólo con dos cupcakes, sin contar otro tipo de “extras” como puede ser la cena de los amigos el sábado o la cervecita “afterwork”.

La lista de se podría hacer mucho más larga si entramos a analizar nutriente por nutriente y a factores que afectan a la salud. Pero creo que con estos 5 puntos os he dejado en que pensar un poco.

¿Cómo os quedáis? A mí las ganas del cupcake se me han quitado,ahora tengo en la cabeza el bocadillo de jamón serrano. Donde estén los alimentos autóctonos de la tierra que se quite la bollería americana.