Últimamente, parece que se haya puesto de moda el ayuno intermitente como método para perder peso. Cuando un método de alimentación resuena tanto suele suceder porque algún “guru” la ha probado, le ha funcionado y lo proclama a los cuatro vientos como si hubiese descubierto la solución a uno de los grandes problemas de la sociedad en la que vivimos. También puede ser que le paguen. Esto es lo que ha pasado con el ayuno intermitente. En este caso, no estamos hablando de una dieta milagro, de las que hemos hablado tantas veces por aquí.

Tampoco es una moda, ni tampoco lo ha descubierto el “iluminado” de turno. De hecho se ha ido practicando desde la antigüedad. El ramadán por ejemplo es un tipo de ayuno que se sigue practicando por la comunidad musulmana.
Entonces, ¿que es el ayuno intermitente?
Es una estrategia de alimentación en la que intercala un periodo de horas en la que se restringe la alimentación por completo con otro periodo en el que se puede comer. Hay varios tipos de ayuno. El más típico es el 16/8; 16 horas sin comer y 8 horas durante las que puedes comer. También existe 12/12 o incluso días. No hay que ponerse las manos a la cabeza, mientras la alimentación sea la correcta y estén cubiertos todos los nutrientes.
Es cierto que la recomendación de comer 5 veces al día en toda la población está obsoleta. Es una recomendación muy generalista que no tiene en cuenta las variables en las que se encuentra cada persona. De hecho, seguro que alguna vez sin pensarlo has practicado el ayuno. Por ejemplo si cenas a las 21 y no comes nada hasta la 13h estás practicando un tipo de ayuno.
Pero igual que la recomendación de comer 5 veces al día ya no es válida, no se puede recomendar de manera general un ayuno intermitente. Porque no a todo el mundo le va a ir bien.
¿Funciona el ayuno intermitente para la pérdida de peso?
Si hay un déficit calórico sí. Pero como en cualquier estrategia. Como hemos comentado más veces, el factor principal para que haya una pérdida de grasa es que gastes más de lo que consumes. Por lo tanto no es cuestión del ayuno intermitente, si no de la cantidad de calorías. Es cierto que, al comer durante menos horas es posible que la cantidad sea menor. Pero no a todo el mundo le va a ir bien esta estrategia. Os pongo un ejemplo. Una persona acostumbrada a comer en grandes cantidades, picotear y elegir alimentos procesados ricos en azúcares e ingredientes de baja calidad. Quiere perder peso y prueba el ayuno. Una persona acostumbrada a comer de manera habitual, si cena a las 21 y no vuelve a comer hasta las 13:00, probablemente la ansiedad por la comida será tal, que acabe comiendo más cantidad que si comiera más veces al día.
Además, parece que el ayuno intermitente puede tener otro tipo de beneficios para la salud, de los que hablaremos en el próximo artículo.